Los resultados de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2023 muestran un estancamiento del empleo, siguiendo la tendencia de trimestres anteriores, concentrándose el deterioro en el sector privado, que ha perdido 12.000 ocupados, mientras que en el sector público se ha registrado un descenso de la ocupación de 9.500 personas.
Por su parte, según las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados en Castilla y León aumentó un 15,75% en el primer trimestre del año, (15.500 personas más), en relación al mismo trimestre de 2022, una cifra casi cinco veces superior a la registrada en España, donde creció un 3,43%. De esta forma, el número total de desempleados en la Comunidad se sitúa en 113.800, fijándose la tasa de paro en el 10,28%, frente al 13,26% nacional.
De igual forma, y por lo que hace referencia a la población ocupada, la misma se situó en un total de 993.000 personas en Castilla y León en el primer trimestre del año, un 2,11% menos respecto al trimestre anterior.
Ante estas cifras, la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León insiste en que el mercado laboral no es inmune a las dificultades a las que se están enfrentando las empresas en un contexto de elevada incertidumbre, desaceleración de la actividad y riesgos a la baja. Por ello, aboga por centrar los esfuerzos en priorizar el empleo sobre otros factores.
En su opinión, si bien es cierto que los últimos datos de inflación reflejan una moderación en el incremento de los precios y que las previsiones apuntan a que seguirá moderada los próximos meses, es igualmente imprescindible avanzar para contener el IPC y reducir las cargas burocráticas e impositivas, así como los costes laborales que están estrangulando la sostenibilidad de las pequeñas empresas.
Además, CEOE Castilla y León considera que se debe promover un marco regulatorio flexible, seguro y previsible que genere confianza en los inversores y priorice el mantenimiento y la creación de empleo, pues las empresas son el pilar del estado de bienestar y de la protección social.
En este sentido, la Confederación aboga por articular medidas que ayuden a incrementar la cifra de empresas y aumentar la dimensión empresarial de las ya existentes, dotándolas de suficiente músculo financiero y funcional que les permita emprender nuevos proyectos empresariales o entrar en nuevos mercados, lo que se traduciría en un inmediato reflejo en la creación de empleo estable y duradero.
Para ello, la escucha de las propuestas empresariales, nacidas del análisis riguroso de la realidad productiva de la Comunidad, son elementos clave para consolidar una senda de crecimiento.