CEOE Castilla y León destaca que la estabilidad es esencial para estimular la inversión y avanzar en la senda del crecimiento y la creación de empleo

El inicio de la principal campaña turística ha resultado nuevamente determinante para justificar los datos positivos del desempleo correspondientes a junio. Así, durante el pasado mes, el número de parados registrados en Castilla y León cayó un 4,76% respecto a mayo (4.840 personas), situándose la cifra total en 96.837. A nivel interanual, el paro descendió un 3,91%, en 3.945 personas, mientras que en el conjunto de España la bajada fue del 6% respecto a junio de 2024.

Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social en la comunidad fue de 998.740 personas, 10.237 más que en mayo, lo que supuso un aumento del 1,04%. Respecto a hace un año, Castilla y León registró una subida del 1,5%, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Ante estas cifras, CEOE Castilla y León valora positivamente los datos del paro del mes de junio, que reflejan una evolución favorable tanto en la afiliación como en la ocupación, más allá del impacto estacional derivado de la campaña de verano. Estos resultados vuelven a poner de manifiesto el compromiso firme del tejido empresarial con el empleo, a pesar de las dificultades que sigue atravesando.

Los datos conocidos hoy evidencian que la estabilidad y la previsibilidad son factores clave para incentivar la inversión y consolidar una senda de crecimiento económico y creación de empleo. En este contexto, resulta fundamental eliminar los elementos de incertidumbre que condicionan negativamente la toma de decisiones empresariales, como es el caso de determinadas reformas legislativas que afectan al marco laboral. Es necesario, por tanto, reforzar un entorno normativo que genere certidumbre y confianza entre trabajadores, empresas e inversores.

Asimismo, CEOE Castilla y León recuerda que, pese a la evolución positiva del mercado laboral, persisten sectores que encuentran serias dificultades para cubrir sus vacantes. Por ello, resulta imprescindible reforzar los mecanismos de conexión entre las personas desempleadas y el mercado de trabajo, así como mejorar la eficacia de las políticas activas de empleo.