Con motivo de la reciente aprobación de la Ley 1/2025, de 1 de abril, de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, CEOE Castilla y León, en colaboración con la Junta de Castilla y León, ha celebrado hoy una jornada informativa y de debate para analizar el impacto, los desafíos y las oportunidades que esta nueva normativa representa para el tejido empresarial de la comunidad.
La jornada ha coincidido con el Día Mundial de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una iniciativa de la ONU que busca sensibilizar sobre este problema global. En palabras de David Esteban Miguel, secretario general de CEOE Castilla y León, el objetivo ha sido "acercar a los empresarios el alcance y aplicación de esta nueva regulación, compartiendo además buenas prácticas y soluciones eficaces para su cumplimiento".
El encuentro ha contado con la participación de representantes del Gobierno, expertos del sector agroalimentario y empresas líderes en la cadena de valor, que han aportado una visión integral sobre la implementación de la Ley y su impacto operativo.
La jornada se ha inaugurado con la intervención de Ana Díez Pérez, subdirectora general de Calidad y Sostenibilidad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, quien ha detallado los objetivos y principales implicaciones de la normativa, explicando a su vez el contenido de los planes de prevención y los sectores afectados o exentos de su aplicación.
A continuación, Elena Cid Gil, auditora jefe y responsable de Desarrollo de Negocio en Bureau Veritas, ha expuesto cómo deben abordar las empresas la aplicación práctica de la Ley, destacando su vertiente más estratégica al ofrecer a las compañías la oportunidad de generar un impacto positivo a través de una gestión responsable de los recursos.
Posteriormente, se ha celebrado una mesa redonda moderada por Isabel del Amo, directora de ASUCYL y miembro de las Comisiones de Industrias Agroalimentarias y de Comercio de CEOE Castilla y León, en la que se han compartido distintas experiencias empresariales de éxito en la lucha contra el desperdicio alimentario.
Entre los participantes, David Sanz, director comercial de Huercasa, ha explicado cómo la empresa ya aplicaba medidas de minimización del desperdicio antes de la entrada en vigor de la Ley. Según ha puesto de manifiesto, los procesos quinta gama les permiten organizar los cultivos y seleccionar las cosechas y producciones en los momentos óptimos de maduración y poder disponer de stocks con una gran vida útil, lo que les ayuda a tener unas pérdidas de producto muy inferiores a un producto no envasado
Por su parte, Paula Díaz-Caneja, directora de Calidad y Medio Ambiente de Alimerka, ha puesto de relieve el compromiso del sector de la distribución alimentaria en la prevención del desperdicio, destacando sus esfuerzos tanto en la reducción de mermas como en la gestión de excedentes mediante donaciones a entidades sociales.
Iván Hernández, CEO de Toixos Group, ha señalado que su enfoque se basa en transformar las obligaciones legales en oportunidades de mejora operativa, mientras que Antonio Díaz, responsable de grandes cuentas de Phenix, ha subrayado el valor de convertir esta exigencia normativa en una palanca para la innovación y el impacto positivo.
Finalmente, Carlos Pérez, CEO y cofundador de Remolonas, ha apelado a la necesidad de un ecosistema emprendedor que asuma riesgos y proponga modelos de negocio disruptivos para afrontar con éxito el reto del desperdicio alimentario.
La jornada ha evidenciado el creciente compromiso del sector empresarial de Castilla y León con la sostenibilidad, y ha reafirmado el papel de CEOE como agente clave en la divulgación, formación y apoyo a las empresas para el cumplimiento eficaz de esta nueva normativa.