Los datos del paro correspondientes a abril resultan esperanzadores aunque deben ser analizados con prudencia, ya que nos encontramos ante un mes tradicionalmente positivo por la Semana Santa, más este año que se rozó el lleno en turismo.
Así, el número de desempleados ha disminuido en 4.132 personas en relación al mes de marzo, un 3,45%, situándose la cifra de desempleados en la Comunidad en 115.514 personas. Resulta destacable que la mayor caída del paro se registra en el sector servicios, con 2.944 parados menos.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, aumentó en 6.500 personas, un 0,69% respecto al pasado mes, situándose en 946.561 personas.
Las cifras conocidas hoy no impiden que CEOE Castilla y León mantenga su prudencia ante resultados positivos que pueden responder a situaciones estacionales y siga insistiendo en la influencia negativa que para la creación de empleo presenta el actual contexto de elevada incertidumbre, desaceleración de la actividad y riesgos a la baja.
En este mismo sentido, la moderación de los últimos datos de la inflación no debe impedir avanzar en políticas económicas y sociales que contengan el IPC, que reduzcan las cargas burocráticas e impositivas, así como los costes laborales que tanto están afectando a las empresas.
Para CEOE Castilla y León, resulta clave generar confianza en los empresarios y en los inversores en general y ello se consigue, entre otras medidas, promoviendo un marco regulatorio seguro y previsible. La incertidumbre económica persiste y factores como el conflicto en Ucrania, la sequía y los próximos procesos electorales pueden alterar los pronósticos económicos.
El desempleo sigue siendo uno de los principales retos de la economía, lo que pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo medidas de apoyo a la empresa tanto en el ámbito fiscal como desde el citado punto de vista regulatorio. En definitiva, se trata de priorizar, en momentos tan difíciles como los actuales, el mantenimiento y la creación de empleo.