“Es preciso una seguridad y estabilidad regulatoria que genere confianza en los inversores y priorice el mantenimiento y la creación de empleo”

Los datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2023 confirman la fragilidad de la actual situación económica en un contexto de incertidumbre e inestabilidad que podría condicionar el mercado laboral, afectándolo negativamente.

Así, según las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados en Castilla y León aumentó un 7,8% en el cuarto trimestre de 2023, frente al 6,4% nacional, con 7.700 parados más, en comparación con el mismo periodo de 2022, situando la cifra de parados en 106.000 personas. A la vista de estos datos, la Comunidad cerró 2023 en el 9,5%, cuando en España fue del  11,7%, pero lo más llamativo es que Castilla y León se encuentra siete décimas por encima de la cifra de  hace un año, que fue del 8,8%.

De igual forma, y por lo que hace referencia a la población ocupada, la misma se situó en un total de 1.009.900 personas en Castilla y León en el último trimestre del pasado año 2023. Con relación al trimestre anterior supuso una disminución de 9.500 personas (0,93%) y una disminución de 4.400 personas (0,43%) respecto al trimestre del año anterior. 

Ante estos datos, el mantenimiento y la creación de empleo debe convertirse en una prioridad y, para ello, CEOE Castilla y León entiende que resulta obligado redoblar los esfuerzos en términos de flexibilidad, contención de las cargas impositivas y adecuación de los costes laborales a ese marco incierto, promoviendo seguridad y estabilidad regulatoria que genere confianza en los inversores y priorice el mantenimiento y la creación de empleo.

Sin embargo, en nada contribuyen las últimas medidas adoptadas por el Gobierno sin tener en cuenta a los empresarios, tal y como ha ocurrido con el acuerdo para la actualización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2024, que es incompatible  con la supervivencia del tejido empresarial y, por tanto, del empleo. La Confederación Empresarial confía en que no genere efectos de segunda ronda y se acabe trasladando a la inflación, añadiendo así un nuevo factor de riesgo a la ya patente ralentización de la economía y el empleo.

Para CEOE Castilla y León, 2024 debe ser el año en el que se apueste definitivamente  por la industrialización,  la innovación, la inversión en tecnología, la retención y atracción del talento, la internacionalización y por aumentar el tamaño de nuestras empresas para que podamos ganar competitividad; garantía todo ello del impulso de la economía  potenciando la inversión empresarial, y la creación de empleo.