La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CEOE Castilla y León) valora de forma positiva la evolución del empleo en la Comunidad a lo largo del pasado mes de mayo, aunque quiere mostrar su cautela pues no hay que olvidar que nos encontramos inmersos en una etapa de ralentización, debido a las incertidumbres y al escenario internacional especialmente complejo que atravesamos.

Durante el pasado mes de mayo, el número de parados registrados en Castilla y León cayó un 3,85% respecto a abril (4.904 personas), cuando el pasado año descendió un 4,91%, y la cifra de desempleados en la Comunidad se sitúa en 122.365 desempleados.  Comparando las cifras con mayo del año pasado, el paro registrado descendió un 23,73% (38.069 desempleados menos).

Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social en mayo fue de 937.572 personas, 6.843 más que en abril, lo que supuso un aumento del 0,74%, el octavo menor aumento del país. Respecto a la variación interanual, subió un 2,92%, con un incremento de 26.583 personas.

Sin duda, a pesar de encontrarnos con cifras positivas, la evolución de los datos podría variar en función del crecimiento económico, cuyas expectativas se han corregido a la baja, razón por la cual es imprescindible evitar espirales inflacionistas, desarrollar al máximo las medidas de flexibilidad interna y de entrada al mercado laboral previstas en la reforma laboral, promover un contexto de estabilidad regulatoria que genere confianza a los inversores y continuar reforzando las medidas de acompañamiento a las empresas y a las personas trabajadoras.

Desde CEOE Castilla y León insistimos en la urgente necesidad de adoptar políticas económicas y sociales que permitan la creación de empleo de forma sostenida. En este sentido, apelamos al Gobierno regional para que ponga en marcha, de forma plena y sin más demora, el plan económico para hacer frente a la actual situación de crisis económica en la Comunidad.

Resulta así prioritario profundizar, en políticas, en el marco del diálogo social y la concertación social, que estimulen la actividad económica haciendo posible el incremento de la productividad y la competitividad de las empresas.