Solicita redoblar los esfuerzos en términos de flexibilidad, contención de la inflación y de las cargas impositivas y moderación de los costes laborales.

Los datos del desempleo en Castilla y León, correspondientes al pasado mes de noviembre, consolidan la negativa evolución del empleo en la Comunidad iniciada el pasado verano, ante las grandes incertidumbres adversas que obligan, en opinión de CEOE Castilla y León, a poner en marcha un plan de acción dirigido a las empresas de la Comunidad para sostener la marcha de la economía y el empleo; plan que requiere el diálogo y la participación de todos los sectores empresariales representados por la Confederación, para así reactivar la economía y potenciar la inversión empresarial.

Así, pese a que a nivel interanual continua la evolución positiva del paro, aunque cada vez más reducida (-4,76% respecto a noviembre de 2021), a nivel intermensual vuelven a ser datos muy negativos con un aumento del desempleo, por cuarto mes consecutivo, que alcanza las 1.554 personas en relación al mes de octubre, un 1,28%, situando la cifra de desempleados en la Comunidad en 122.936 personas, frente al descenso nacional.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, la misma disminuyó en 5.489 personas, un 0,58% respecto al pasado mes, situándose en 942.338 personas.

A la vista de estas cifras, CEOE Castilla y León constata que la economía de Castilla y León se encuentra en una situación preocupante y unas cifras del paro que muestran un claro deterioro.

Las inasumibles condiciones de financiación, la escalada de la inflación al situarse en un 8,1% sobre el dato de hace un año, la caída de las exportaciones en un 3,2% hasta el pasado mes de septiembre, el incremento de los precios industriales en un 16%, y las consecuencias de la crisis energética, nos encamina hacia un proceso de desaceleración de la economía, que requiere de acciones urgentes, así como a redoblar los esfuerzos en términos de flexibilidad, contención de la inflación y de las cargas impositivas y moderación de los costes laborales. Igualmente, es necesario un marco de estabilidad regulatoria que genere confianza a los inversores y priorice el mantenimiento y la creación de empleo.