Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan el número de desempleados en Castilla y León en el tercer trimestre de 2025 en 100.500 personas, cifra que supone una disminución del 6,54% (7.000 personas) respecto al mismo trimestre del año 2024, fijándose la tasa de paro en el 8,68%, frente al 10,45% nacional. En comparación con el trimestre anterior, el desempleo aumentó en 3.700 personas, un 3,77%.
En cuanto a la población ocupada, ésta se situó en 1.057.700 personas, lo que representa un aumento de 9.900 (0,95%) respecto al trimestre anterior y un incremento de 13.100 (1,26%) en términos interanuales.
Ante estas cifras, CEOE Castilla y León constata que, ante esta positiva evolución en el último año, se mantiene un entorno de incertidumbre regulatoria y presión fiscal, factores que afectan de manera directa a las decisiones de inversión y a la creación de empleo.
La Confederación recuerda que las políticas económicas y presupuestarias deben orientarse a favorecer la actividad empresarial, advirtiendo de que cualquier incremento de la presión fiscal tendría una repercusión negativa sobre la generación de empleo y el crecimiento económico.
En este contexto, y tras la reciente presentación del Proyecto de Presupuestos de Castilla y León para 2026, la organización valora positivamente el esfuerzo realizado por la Junta en el mantenimiento de una fiscalidad moderada, así como la oportunidad que las cuentas públicas ofrecen para impulsar el desarrollo económico y la inversión privada.
En definitiva, CEOE Castilla y León reitera la necesidad de priorizar políticas orientadas a reforzar la productividad, la competitividad y la capacidad de contratación de las empresas, en un marco estable y favorable a la inversión que contribuya a consolidar el crecimiento económico y el empleo en la Comunidad.