Los resultados de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2024 reflejan la pérdida de dinamismo del mercado laboral, en un escenario de incertidumbre, donde el deterioro de los niveles de confianza y el aumento de costes empresariales comienza a tener un impacto negativo en la contratación de las empresas.

De hecho, según las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados en Castilla y León aumentó un 6,48% en el primer trimestre del año, (7.000 personas más), en relación al último trimestre de 2023, mientras que en España,  creció un 4,9%. De esta forma, el número total de desempleados en la Comunidad se sitúa en 114.500, fijándose la tasa de paro en el 10,26%, frente al 12,29% nacional.

Igualmente, y por lo que hace referencia a la población ocupada, la misma se encuentra en un total de 1.001.700 personas en Castilla y León en el primer trimestre del año, un 1,14% menos respecto al periodo anterior.

Ante estos datos, CEOE Castilla y León entiende que hay que mantener la prudencia ante la desaceleración en la creación de puestos de trabajo, a pesar de que el empresariado mantiene su compromiso en la creación de empleo.

La actividad y competitividad de las empresas son factores primordiales para consolidar un mercado laboral estable y duradero. Por ello, la Confederación entiende que debe favorecerse el desarrollo empresarial mediante la adopción de estímulos a la inversión, así como con políticas económicas y tributarias eficaces y realistas que consigan contener definitivamente la inflación y el gasto público, racionalizando el sistema impositivo y huyendo de fórmulas que supongan incremento de las cargas que han resultado probadamente ineficaces.