25 de marzo en la Real Fábrica de Tapices de Madrid

Once diseñadores de Castilla y León han sido los encargados de inaugurar la pasarela Atelier Couture en su 13ª edición, coincidiendo con el 10º aniversario de esta cita consolidada como referente de la moda nupcial y de ceremonia en España.

El desfile, celebrado el 25 de marzo en el Salón Goya de la Real Fábrica de Tapices de Madrid, reunió 46 looks que evidenciaron la riqueza creativa, el dominio técnico y el arraigo territorial de la moda de autor que se realiza en la Comunidad.

Las propuestas abarcaron desde inspiraciones naturales y artesanales hasta piezas que incorporan tecnología, discurso crítico o lecturas contemporáneas de la tradición. Cada firma desplegó su universo estético: desde los jardines bordados de Concha Ceballos y la sutileza floral de Sara Santiago, hasta la teatralidad de Natacha Arranz, la elegancia sobria de Esther Noriega o el homenaje vinícola de Ángel Iglesias. También mostraron su identidad creativa Raquel Tomillo, Carolina Gázquez, Eulalia Mateos, Alejandro Maíllo, Ainhoa Salcedo y José Martín, reflejando la pluralidad de miradas que define a la moda de autor hecha en Castilla y León.

Diversidad de propuestas y mirada contemporánea

Las once colecciones ofrecieron una visión amplia y diversa de la moda nupcial y de ceremonia desde Castilla y León. Inspiradas en la naturaleza, la memoria, la innovación o la reflexión social, cada una construyó su propio relato combinando técnicas tradicionales con planteamientos contemporáneos.

Desde tejidos livianos y bordados florales hasta aplicaciones en 3D o el uso de inteligencia artificial, el desfile puso de manifiesto la capacidad de reinterpretar el vestir ceremonial con lenguajes propios. Una presentación coral que, lejos de uniformar, reivindicó la personalidad de cada firma y su vínculo con una manera de crear moda comprometida, arraigada y actual.

Las colecciones presentadas fueron:

Natacha Arranz (Valladolid) presentó The Botanical Collection, una propuesta inspirada en la naturaleza que destaca por su estética teatral. Flores en 3D, tejidos con efectos barrocos y superposiciones arquitectónicas conforman una colección que exalta la feminidad y transmite un fuerte compromiso con el entorno.

Ángel Iglesias (Zamora) celebró 50 años en la moda y su colección número 100 con Vendimia de Colores, un homenaje a los viñedos y a la tradición española. Colores intensos, tejidos fluidos y bordados inspirados en los sarmientos evocan la esencia del vino, capturando el movimiento de la naturaleza con elegancia y autenticidad.

Concha Ceballos (Salamanca) presentó Flor de Sueños, una colección inspirada en la delicadeza floral. Con bordados que recrean jardines y tejidos ligeros, sus diseños apuestan por siluetas etéreas y transparencias sutiles, evocando la belleza efímera de una floración.

Raquel Tomillo (Burgos) mostró The Best, una colección que apuesta por la exclusividad a través de siluetas ceñidas y volúmenes estructurados. El uso de contrastes monocromáticos y detalles florales en relieve refuerza una propuesta sofisticada y marcadamente femenina.ç

Esther Noriega (Valladolid) fusionó lo clásico y lo contemporáneo en su colección de Alta Costura Nupcial. Con tejidos exclusivos, tules, bordados y encajes elaborados artesanalmente, presentó una propuesta refinada que destaca por su elegancia atemporal y cuidado en los detalles.

Sara Santiago (León) se inspiró en la flor del cerezo para crear Suspiros de Sakura, una colección que transmite la belleza efímera del tiempo. Tules etéreos, volúmenes irregulares y detalles en degradé con aplicaciones bordadas a mano evocan la caída de los pétalos y la poesía de lo transitorio.

Carolina Gázquez (Burgos) desafió los códigos tradicionales con Rose & Run, una propuesta irreverente que plantea una reflexión sobre el matrimonio. Vestidos con mensajes en 3D como “Game Over” o “Not Forever”, sobre tul transparente, rinden homenaje a la valentía de la mujer contemporánea.

Eulalia Mateos (Valladolid) presentó W/TWO, Wedding Two, su segunda colección nupcial, caracterizada por una visión naïf y delicada. Vestidos con volúmenes sutiles, cinturas marcadas y líneas puras reinterpretaban la moda de épocas pasadas con un aire romántico y contemporáneo.

Alejandro Maíllo (Valladolid) dio vida a Albor, una colección inspirada en los primeros rayos del amanecer. Brocados, organzas y mikados en transición de colores y texturas construyen diseños que van desde el minimalismo a los volúmenes estructurados, combinando modernidad con un guiño a la tradición.

Ainhoa Salcedo (Valladolid) presentó Jardines Encantados, una colección que incorpora inteligencia artificial en el proceso de diseño y confección. Bordados optimizados y un enfoque en la personalización dan lugar a vestidos únicos que evocan un universo mágico, donde la individualidad de cada novia es el centro.

José Martín (Palencia) rindió homenaje a la elegancia de los años 20 con Aura Intemporal. Encajes delicados, sedas fluidas y bordados artesanales se unen en una paleta que va del marfil a los dorados y plateados. Las modelos lucieron además joyas de La Joyería del Páramo Vintage, un proyecto de palentinos afincados en Madrid y Valladolid, reforzando el diálogo entre moda y artesanía.

Atelier Couture cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Madrid, a través de los programas Madrid Capital de Moda (MCDM) y Todo está en Madrid, del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Hacienda, así como de la Conferencia Moda España.


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