Santiago Aparicio Jiménez

Presidente de CECALE

Nos enfrentamos a grandes retos, y con diferente posición temporal.  Esto es, el corto plazo hace que las empresas se doten de la máxima flexibilidad posible para que este remar contra marea permita mantenerlas a flote; y, para ello, es necesario que se continúe profundizando en las medidas de estímulo adoptadas y, sobre todo, en aquellas encaminadas a inyectar liquidez en las empresas, en especial a las de menor dimensión.

La explosión de solidaridad que ha conllevado el COVID-19 con todo tipo de actuaciones, -desde el confinamiento, numerosas acciones de apoyo a los más vulnerables, a los sanitarios, etc., hasta el apoyo de los servicios esenciales o la reinvención para fabricación de EPIs- es también una llamada a acelerar esta corresponsabilidad en las fases que ahora comenzamos de desescalada. Esto es, la adopción de medidas higiénicas y de distancia de seguridad han de ser ahora los predicamentos que hemos de abanderar todos los ciudadanos para conseguir avanzar en la lucha contra el coronavirus. 

Por nuestra parte, las empresas y sus equipos llevan ya numerosos días trabajando en la reactivación de la actividad en el momento de la desescalada. Y así diseñan sus líneas de acción, donde la prioridad es salvaguardar por encima de todo la salud y seguridad de las personas y, de forma paralela, retomar la actividad impregnando para ello mayores dosis de proactividad e innovación, haciendo valer la capacidad de resiliencia que tienen las empresas; factores a los que siempre acuden, pero máxime en estos tiempos de gran incertidumbre, de drásticas caídas en la oferta y en la demanda.

A la vez, los empresarios tenemos el foco puesto en el largo plazo, porque las empresas deben continuar avanzando hacia la sostenibilidad.  Y es aquí, donde más evidente ha de ser la puesta en valor de las oportunidades que se abren en Castilla y León para las mismas, para la sociedad y también para las administraciones públicas.

Esto es, Castilla y León es líder en energías renovables, tiene una importante y competitiva industria agroalimentaria, cuenta con punteras industrias químico- farmacéuticas y una apuesta reconocida por la biotecnología. No es menos importante la oportunidad que supone el ser un importante pulmón, al albergar más del 17% de la superficie forestal nacional, y que además contribuye al desarrollo de actividades conexas como es todo el ámbito relativo a la madera.

Además, esta región cuenta con numerosos recursos naturales, o el ejemplar papel que ha desarrollado nuestra industria de turismo interior estrechamente vinculada al paisaje natural, artístico, gastronómico, comercial y cultural.  Al tiempo, es importante destacar el papel vertebrador que es Castilla y León para la propia región y para el resto de España y de conexión con Europa, donde la logística y distribución tienen aún un largo recorrido, al igual que los multidisciplinares servicios profesionales conexos al desarrollo de estas infraestructuras y aquellas vinculadas a la mejora de la sostenibilidad ambiental, donde la circularidad de la economía emerge con nuevas oportunidades en la generación de valor. A este avance hacia la sostenibilidad ambiental también contribuyen las mejoras en ahorro y eficiencia energética operadas en las industrias y también con la rehabilitación de edificios, así como por la contribución que está realizando la construcción hacia viviendas de consumo cero. 

Es por todos conocida la apuesta que siempre ha realizado esta región por el sector automoción y empresas conexas, donde es innegable la impronta que tiene en cuanto a su contribución a la generación de riqueza, desarrollos tecnológicos y creación de empleo. Y todo este ecosistema empresarial se ve impulsado gracias a la digitalización. 

La transformación digital es ya una realidad, impulsada en la actualidad, pero que va a permitir acelerar esta necesaria transformación que afecta a las empresas, pero también al orden social, y donde se hace necesario la adquisición de competencias en esta materia, así como los necesarios apoyos para facilitar la requerida inversión.

Por ello, desde CECALE insistimos en que es tiempo de hacer factible más que nunca la proactividad, la INNOVACIÓN en mayúsculas, la reinvención, cocreación, la colaboración entre firmas y entre la iniciativa privada y la pública, la sostenibilidad ambiental, económica y social.  Y, por ello, el empresario está abanderando de manera especial su rasgo más singular y diferencial, como es esa valentía, esa capacidad de adaptación ante estos entornos convulsos; esa iniciativa para hacer de la resolución de problemas una oportunidad para innovar y avanzar. 

La trayectoria de las empresas castellanas y leonesas, el DNI de quienes las lideran y el conocimiento y experiencia de los equipos que las conforman son quienes de nuevo están ejerciendo un papel fundamental y estratégico en la revitalización de la economía y, por tanto, en el avance de Castilla y León.