Las cifras del paro registrado y la afiliación a la Seguridad Social del mes de junio, publicadas hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, continúan reflejando, desafortunadamente, los efectos que en el mercado laboral está teniendo la actual crisis del COVID-19; ello sin perjuicio del leve descenso producido con relación al pasado mes de mayo. Concretamente, el desempleo se redujo en un 2,8% (4.811 desempleados menos), situándose la cifra total en 165.481 parados, aunque en relación al último año, el aumento es del 24,20% (32.239 parados más). Estos resultados continúan sin contabilizar a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) en la Región, a pesar de que cada vez un número más importante se está reincorporando paulatinamente a sus puestos de trabajo.
Asimismo, el número medio de afiliados a la Seguridad Social fue de 893.245 personas, lo que supuso un aumento de 8.384 afiliaciones respecto al mes anterior (0,95% de variación intermensual) y un descenso de 36.110 en relación al mes de junio de 2019 (3,89% en variación interanual).
En opinión de CECALE, la finalización del Estado de Alarma ha supuesto un avance hacia la plena normalidad que el empresariado de la Comunidad espera que se alcance cuanto antes, pero para lograr este objetivo, además de continuar respetando las medidas de prevención sanitarias, deben impulsarse al mismo tiempo las políticas económicas, sociales y laborales aprobadas, con ocasión de la pandemia, en el marco del Diálogo Social, y diseñar nuevas acciones que son precisas para garantizar una recuperación económica ágil y sostenida.
En este sentido, CECALE confía en el compromiso que representa el Pacto por la Recuperación Económica, el Empleo y la Cohesión Social suscrito hace unos días y espera que las medidas contempladas, quizás no suficientemente ambiciosas, se pongan en marcha sin demora atendiendo a las verdaderas necesidades de los empresarios, como única solución para reactivar la economía, garantizando la competitividad de nuestro tejido productivo. Por ello, la Confederación reivindica el papel protagonista que el Diálogo Social debe tener en el desarrollo del citado Pacto como la herramienta más útil, efectiva y comprometida con nuestro desarrollo económico y social.
Para los empresarios de Castilla y León, la solución para alcanzar la recuperación debe ser práctica, y pasa, por generar más riqueza, por industrializar, por una apuesta decidida y efectiva por la innovación, la inversión en tecnología, la retención y atracción del talento, la internacionalización y por aumentar el tamaño de nuestras empresas para que podamos ganar competitividad.
Y todo, desde una acción coordinada, para seguir trabajando hacia una armonización fiscal, avanzar en la Unidad de Mercado, pues aunque se han dado pasos importantes en este aspecto, todavía queda mucho trabajo por hacer, y perseguir con mayor contundencia la economía sumergida y la competencia desleal. Lógicamente, todo ello nutrido de una fluida inyección de liquidez.